Por Azucena Martín
24 de enero de 2025
En el último año se ha generado un debate entre científicos que pone en duda que escribir a mano sean tan superior para el cerebro como se suele decir.
¿Qué es mejor para el cerebro? ¿Escribir a mano o a ordenador? Durante mucho tiempo se ha dicho que es mejor escribir a mano. De hecho, se suele recomendar a los estudiantes que escriban a mano mientras estudian para retener mejor la información. Sin embargo, hasta hace un año todo eso no eran más que hipótesis, sin muchos estudios científicos para sustentarlas. Todo cambió con un estudio noruego que creó una gran revolución. Por fin se demostraba: escribir a mano gana a teclear en el ordenador. O eso creíamos; pues, ahora, dos científicas han publicado un estudio en el que se refuta ese que tanto dio de qué hablar.
Se trata de Svetlana Pinet, de la Fundación Vasca para la Ciencia, y Marieke Longcamp, de la Universidad de Marsella. Al analizar la metodología del último estudio sobre escribir a mano o a máquina, encontraron bastantes limitaciones en su metodología por las que no ven apropiado extraer resultados tan tajantes.
Eso no quiere decir que escribir a mano sea peor que hacerlo a ordenador. Simplemente, los métodos con los que se ha intentado demostrar su supremacía no son del todo adecuados.
La investigación noruega se llevó a cabo con estudiantes universitarios que se conectaron a una máquina de encefalograma mientras escribían una serie de palabras a mano o a máquina. El encefalograma es una técnica que se utiliza para medir la actividad eléctrica del cerebro. En este caso, se vio que cuando los estudiantes escribían a mano se forjaban conexiones cerebrales más complejas, con más impulsos eléctricos. La formación de este tipo de conexiones es esencial en el aprendizaje. Por eso, los autores del estudio concluyeron que el manejo de más información a la vez permitía crear un patrón de conectividad más sólido.
Con eso de manejar más información se referían a que al escribir a mano se está controlando tanto la información visual como la propiocepción. Es decir, la ubicación de las distintas partes del cuerpo, en este caso la mano con respecto al papel, y su movimiento controlado. En el estudio, los autores concluían que esto puede ser útil para cualquier persona, pero sobre todo para los niños.
Al analizar el estudio a fondo, Pinet y Longcamp encontraron varias limitaciones. La primera es que el estudio se llevó a cabo con jóvenes adultos, por lo que no se puede extrapolar a niños tan a la ligera.
Por otro lado, en el estudio no estuvo involucrado ningún tipo de aprendizaje. Los voluntarios tenían que escribir palabras que ya conocían y no se les pedía que las memorizaran ni nada por el estilo.
Además, la forma en la que procesaron los dos tipos de escritura fue muy diferente a como se haría fuera del laboratorio. Por ejemplo, para medir mejor sus movimientos al escribir a mano, se les pidió que no levantasen el bolígrafo digital de la tablet que se les suministró para la ocasión.
En cuanto a la escritura a ordenador, tuvieron que hacerlo con un solo dedo. Obviamente, esta es una forma muy incómoda de escribir, que nada tiene que ver con lo que hacen la mayoría de personas al ponerse frente al teclado de un ordenador o máquina de escribir. Escribir, ya sea a mano o a máquina, suele ser un acto automático. Sin embargo, en este caso se estaba eliminando la parte automática de escribir a ordenador. Requeriría pensar más en buscar las teclas e intentar tener rapidez y eso podría afectar a la forma en la que el cerebro procesa la escritura. Es cierto que se habla de las ventajas que tiene manejar la información visual y la propiocepción al escribir a mano, pero toda esa información extra también está automatizada.
Tanto Pinet como Longcamp han insistido en todo momento en que escribir a mano es muy beneficioso. No le quitan importancia, pero insisten en que ese estudio no basta para ponerlo tan por encima del hecho de escribir a ordenador. Ni siquiera se puede demostrar que sea realmente mejor para el cerebro.
Ante estas afirmaciones, una de los autores del estudio noruego ha reconocido que deberían haber incluido algún tipo de aprendizaje en la metodología. Según explican en IFLScience, ha asegurado que su equipo ya ha puesto en marcha un estudio con adolescentes en el que sí se analiza la capacidad de aprender al escribir a mano o a máquina.
Por si fuera poco, ella ha criticado a Pinet y Longcamp, pues señala que las dos autoras del nuevo artículo defienden el uso de teclados en educación, por lo que podrían tener intereses ocultos. Desde luego, la disputa está servida. Será necesaria más investigación para que por fin podamos tener una respuesta. Aunque, de momento, lo único que podemos concluir es que no hay un método ganador y otro perdedor. Cada cual tiene sus ventajas. No es una cuestión de blancos o negros, sino de prestar atención a la escala de grises.
https://hipertextual.com/2025/01/escribir-a-mano-ordenador-debate