Por Juan Carlos Figueroa 16 de febrero de 2024
Un análisis de la Universidad de Cambridge plantea que la forma más efectiva de regular los nuevos desarrollos es controlando la distribución de los chips que potencian los nuevos sistemas de inteligencia artificial. de 2024
Desde que estalló el boom de la inteligencia artificial, gobiernos de todo el mundo apretaron el acelerador para intentar controlar una tecnología y una industria que se vuelve cada vez más poderosa. Proyectos de ley hay muchos, con enfoques muy diferentes, pero un nuevo estudio de la Universidad de Cambridge cree que la forma más efectiva está en el control de una pieza clave: los chips.
En el análisis, publicado esta semana, participan expertos de otras universidades, como Harvard y Oxford, y algunos especialistas de OpenAI, la creadora de ChatGPT. El grupo propone medidas que van desde el control de la distribución de los chips, hasta la posibilidad de crear un interruptor para suspender de manera remota estos dispositivos.
«La computación relevante para la inteligencia artificial es un punto de intervención particularmente eficaz: es detectable, excluible y cuantificable, y se produce a través de una cadena de suministro extremadamente concentrada», dicen los expertos en el informe. Esto, en contraposición con la complejidad de intentar regular los resultados de los desarrollos, como los algoritmos o los modelos entrenados. «Son bienes intangibles, no rivales y fácilmente compartibles, los que los hace intrínsecamente difíciles de controlar».
El análisis resalta que, en estos momentos, los chips avanzados que se utilizan para entrenar los sistemas de inteligencia artificial son fabricados por un grupo muy reducido de actores. Nvidia, por ejemplo, controla casi el 90 % de este mercado. «Esto permite a los responsables políticos restringir la venta de estos productos a personas o países de interés», remarcan.
Los expertos propusieron medidas prácticas, como implementar un registro global para las ventas de chips de inteligencia artificial. La medida permitiría rastrear en estas piezas a lo largo de su ciclo de vida en cualquier parte del mundo. Para un registro como este, los investigadores plantean la incorporación de un identificador único para cada chip. Así se evitaría, por ejemplo, el tráfico ilegal.
Medidas como estas aumentarían la visibilidad y comprensión de los responsables de formular políticas sobre los desarrollos de la inteligencia artificial. Los especialistas resaltan que la visibilidad es «crucial», porque permitirá a los gobiernos «anticipar problemas, tomar decisiones más precisas, rastrear resultados dentro de un país y negociar e implementar acuerdos entre países».
Algo se ha avanzado en este sentido en Estados Unidos. El estudio expone como ejemplo la medida dictada por el presidente Joe Biden el año pasado para identificar todas las empresas que están desarrollando modelos grandes de inteligencia artificial. O la postura del Departamento de Comercio de este país, que ha reforzado las limitaciones para la venta de aceleradores a China.
El botón para suspender de manera remota los chips es planteado como una medida extrema. Dicen que se podrían incorporar interruptores de apagado en el silicio para evitar su uso en aplicaciones maliciosas. Esto ayudaría a los reguladores a accionar rápido en caso de que identifiquen algún uso peligroso.
Advierten, sin embargo, que no es una solución perfecta. Un interruptor de este tipo podría ser blanco de ciberdelincuentes y aprovecharse para usos abusivos de la inteligencia artificial.
El análisis también platea la posibilidad de que varias partes coordinen esfuerzos para aprobar tareas de entrenamiento en sistemas de inteligencia artificial potencialmente riesgosos. «Las armas nucleares utilizan mecanismos similares llamados enlaces de acción permisivos», explica el reporte.
Durante la Cumbre sobre Seguridad de la Inteligencia Artificial, celebrada en noviembre en Reino Unido, una veintena de gobiernos y los principales desarrolladores se comprometieron a trabajar juntos en futuras pruebas para sus modelos. Representantes de OpenAI, Anthropic, Google, Microsoft, Meta y xAI participaron de las sesiones en las que se discutió la propuesta.
En esta cumbre, se anunció la creación de un nuevo centro global de pruebas con sede en el Reino Unido. El gobierno británico adelantó que se pondría especial atención en los peligros de la inteligencia artificial para la seguridad nacional y la sociedad.
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https://hipertextual.com/2024/02/cientificos-proponen-medida-apagar-chips-inteligencia-artificial